¡Descubre qué ha cambiado antes que nadie!
Las cartas se extienden sobre la mesa y en cada turno, uno de los jugadores le da la vuelta a una de las cartas, mientras los demás no miran. El resto de jugadores deben encontrar qué objeto es el que ha cambiado.
Desarrolla tus habilidades de observación y tus reflejos en este divertido y bonito juego para los “peques” de la casa, ¡con el que podrán disfrutar también los mayores!