Julio de 1943. Los Aliados invaden Sicilia. Para conseguirlo necesitaron una red de espías, tráfico de radios, reclutamiento de intérpretes y un ejército falso, formado por doce supuestas divisiones, que hiciera creer a Hitler que la invasión se produciría en otro lugar. La operación con la que la inteligencia militar Aliada creó desinformación y confundió a la inteligencia militar del Eje empezó en primavera y recibió el nombre de Barclay. Y entre medias, otras operaciones clave que contribuyeron a su éxito, como la operación Mincemeat, en la que los británicos introdujeron documentos falsos a través de España. Gracias a todas estas tretas, el alto mando alemán desvió la flota italiana hacia el mar Adriático.